jueves, 4 de enero de 2007

Emilia Antúnez Gil


Juegos de la Infancia

A saltar a la cuerda jugábamos todas las amigas y nos divertíamos mucho. También jugábamos a las prendas, al escondite y mi hermana siempre perdía así que acabábamos riñendo y luego íbamos a casa y se lo contaba a mi madre y mi madre nos reñía y nos castigaba, así que yo salía perdiendo porque yo era más movida y no podía estar quieta. Luego los domingos íbamos a misa y si no pues nos castigaba y no salíamos a pasear.

La casa de mis padres

En la casa de mis padres éramos cinco hermanos y la casa era muy grande con cinco habitaciones, luego estaba la cocina, luego el patio y el corral con cerdos y gallinas que mi madre los vendía porque la gente se los quitaban de las manos de frescos que eran. así que ella se iba a la era para coger el trigo donde los ricos iban a trillar las espigas y la cebada.

Mi pueblo

Yo nací en un pueblo que se llama Almendralejo en la provincia de Badajoz. El pueblo es muy bonito tiene unos parques muy bonitos. Está el parque Espronceda, el parque de Nuestra Señora de la Piedad con muchos jardines. Está el quiosco con los músicos tocando, luego está el obrero extremeño, también el Círculo Mercantil. También está San Marcos que en el pueblo se van de romería por el campo, van las mozas con los mozos montados a caballo todos de romería y el pueblo se queda casi solo y ahora este mes de abril el día veinticinco es el festejo y todos vamos al pueblo.

Mis primeros trabajos

De niña yo iba al colegio de las hermanas de las Mercedarias. A los siete años hice la primera comunión y ellas misma se encargaron de llevarme al Santo Ángel de la Guarda y allí aprendí lo que. Como yo era tan movida y dispuesta me ponían a barrer los corrales, porque tenía gallinas y ensuciaban mucho y yo tenía entonces doce años. Las hermanitas me querían mucho porque aquello lo dejaba que daba gusto. Iba al mercado y hacía la compra que no podía con la cesta de todo lo que traía en ella. Las hermanas eran seis, más luego las niñas de pago, que algunas se quedaban a comer, así que la cesta iba repleta y yo de vez en cuando descansaba. Cuando yo entraba por la puerta las hermanitas se ponían contentas.
Cuando cumplí quince años me fui a una casa a servir porque yo ya tenía novio y no quería tanto encierro. Quería ir al cine y al baile porque a mi me gustaba mucho divertirme porque la edad lo requiere. Así que estuve hablando con mi novio seis años y después nos casamos. Luego tuvimos nuestra primera hija, que estábamos todos muy contentos porque vino a los tres años y nos llenó de felicidad. Después a los nueve años vino el varón, que por cierto me tuve que ir a la capital Badajoz porque venía mal. Así que con los dolores, el niño se puso bien y gracias a Dios todo salio bien, porque yo tengo mucha fe y los dos luchamos para sacar adelante a nuestros hijos, porque en la vida hay que luchar. A la niña la puse a coser.

Mi barrio

Ha evolucionado mucho. Desde que yo vine a vivir hasta ahora han hecho muchas cosas: han puesto el metro, jardines. Ya no tenemos que preocuparnos como antes porque vamos mejorando. Todo va mejor, como la iglesia. Yo voy todos los domingos, porque la que había antes era muy pequeña y la tiraron.

El divorcio

Yo no estoy de acuerdo, porque cuando uno se casa ya saben a lo que van y como nos dice el sacerdote es para toda la vida. Esta es mi opinión.

Receta de cocina: Caldereta de cordero

Ingredientes:

El cordero, ajos, cebollas, unas hojas de laurel, vino blanco, pimentón, nuez moscada, pimienta negra, aceite de oliva, guindilla y sal.

Elaboración:

Se pone la carne en la olla con un poco aceite, después los ajos, las cebollas y las hojas de laurel. Se retrae un poco y luego se eha el vino blanco, el pimentón, un poco de pimienta negra, y un poquito de nuez moscada. Después se echa en el mortero una picada y se machaca. Luego se pone un poquito de guindilla y ya está para comerse.

Postre: Arroz con leche

Se pone el cazo con un poquito de agua y se echa el arroz y un poquito de sal. Se echa bastante azúcar, un poco de canela en rama y una corteza de limón. Luego se va agregando la leche en abundancia para que esté jugoso.

Perrunillas

Para hacerlas se necesita un kilo de harina, medio kilo de manteca de cerdo, la ralladura de limón, tres huevos, un poquito de canela, una copita de anís y medio kilo de azúcar.
Se amasa bien hasta que este suelta la masa y luego se moldea con las manos y se hacen las formas y se untan por fuera con un poquito de clara y azúcar.

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